ENSAYO: ¿QUÉ ES EDUCACIÓN?.
La educación se define como el conjunto de medios que desarrollan en los grupos y en los individuos la instrucción o las opiniones. (Larousse, 2000). Si entendemos tal acepción de educación, todo un conjunto de medios pueden educar, no se especifica quién debe educar. Como bien se refleja en el capitulo dos del libro de Savater “el proceso formativo (…) es totalmente necesario” y al mismo tiempo inevitable, no podemos controlar la educación, quién nos enseña y de qué aprendemos, es sorprendente la frase del nombrado libro “si incluso en el servicio militar puede uno aprender algo útil, ello prueba más allá de toda duda que nadie pueda librarse de instruir ni de ser instruido, sean cuales fueren las circunstancias…”, reflejo absoluto del hecho no podemos controlar de dónde proviene la educación.
Una vez hecha una primera reflexión, abordamos ahora otros aspectos de la educación: ¿De dónde proviene? ¿Hacia dónde va encaminada?. La función de la enseñanza es un hecho tan enraizado que no nos solemos parar a pensar cómo se ha enseñado hasta el momento y si debemos cambiar la forma de educar en un futuro. Continuando con la comparación con el capítulo del libro ya nombrado, la pregunta es clara, ¿nos han educado o nos han instruido?. La palabra instruir significa como refleja el diccionario Larousse: proporcionar conocimientos, se nos ponen a nuestro alcance conocimientos que nosotros intentaremos recordar o poner en práctica en el mejor de los casos. Estamos acostumbrados a que se nos ponga en conocimiento información y se trate de memorizarla para después repetirla y olvidarla, (porque rara vez se queda en la memoria) o en casos de “capacidades cerradas” como bien define John Passmore que no olvidamos porque son funcionales en nuestra vida cotidiana. Ejemplo de tal olvido: ¿Cuánta gente de pie de calle recuerda la resolución de una raíz cuadrada?. Debemos pensar en una combinación de la enseñanza en nuestros centros de dichas capacidades cerradas, por supuesto; pero también introducir en el currículum enseñanzas relacionadas con la práctica de una puesta en común de ideas y reflexiones “obligar” a nuestros alumnos a reflexionar sobre lo que intentamos enseñar, no preocuparnos tan sólo si lo saben plasmar en un papel en blanco el día del examen y si volvemos a preguntar a los dos días no recuerden de lo que estábamos hablando. Enseñar las denominadas capacidades abiertas
Retrocediendo a la antigua civilización griega, bien distinguían dos papeles fundamentales en la educación: pedagogo y maestro se encargaban de la educación de sus jóvenes. En la actualidad, teóricamente estos dos papeles están integrados en la figura del maestro, aunque podemos discernir de este hecho, el maestro puede verse convertido en el antiguo maestro griego que solamente se encargaba de la transmisión de conocimientos. Y es en este sentido donde debemos hacer una reflexión más profunda, ¿Cuál es la causa de estos cambios?, ¿Cambia la manera de enseñar de el maestro? ¿Es menor el interés de éste por educar? ¿Es el alumno el que no reflexiona sobre los conocimientos transmitidos por el maestro?. Éste es el asunto a estudiar. En nuestras aulas pocos son los debates realizados por los maestros sobre temas hablados en clase, poco espacio dedicado a la reflexión del alumno. ¿Cuál es el motivo de esta falta de puesta en común de lo “aprendido” en las clases?
Una opción acertada, en este sentido es el cambio que se supone en la enseñanza superior, con el denominado plan Bolonia, donde se pretenden sustituir las denominadas clases magistrales en las cuales los alumnos se iban a casa con un batallón de folios escritos y a veces por no decir casi siempre la cabeza vacía, es una visión pesimista pero según lo visto real. En este denominado plan se pretende que el alumno vaya con los temas aprendidos a clase y así poder poner en común cada visión y reflexionar sobre la propia y también aprender a aceptar y reflexionar sobre la de los compañeros, esto supone un cierto trabajo extra para los alumnos, pero necesario a la vez, pues éstos se estaban convirtiendo en simples loros que repetían lo plasmado por el profesor en una presentación que repetía cada año.
Esta nueva concepción de educación permitirá a los alumnos la incorporación (a veces “atrofiada”) de las denominadas por el ya nombrado Passmore capacidades abiertas, y de acuerdo con la cita del libro de Bain K. “Si queremos que nuestros estudiantes aprendan a razonar, debemos proporcionarles todas las oportunidades para que lo hagan”, y este es un buen método para que los estudiantes aprendan y tengan la oportunidad de hacerlo. Método que puede ser extensible a otros niveles de enseñanza.
Para terminar, desde mi punto de vista, opino que deberíamos hacer reflexionar más a nuestros alumnos sobre la materia en vez de intentar llenar de conocimientos la cabeza de los estudiantes. Debemos desarrollar el sentido crítico de los estudiantes y que sean capaces de interpretar las teorías y capítulos que intentamos mostrarles en las clases, que tengan curiosidad de informarse sobre los temas tratados en las clases y sean capaces de recaudar información al respecto, así fomentando a la vez el adecuado manejo de estos con las fuentes de información, mostrarles las distintas utilidades que puede tener La Gran Red a parte de redes sociales y juegos de aventuras.
La puesta en práctica de este método parece un poco complicada dado a, desde mi perspectiva, la falta de vocación de los actuales maestros y profesores, personas que realmente se adentran en esta gran profesión sin el espíritu que creo que debe tener una persona que, realmente tiene el deseo de gozar con el arte de enseñar e invitar a la reflexión a los alumnos. Este es el verdadero problema de la Educación.
Para terminar, el último aspecto a comentar en este texto, es la evaluación de lo escrito. He intentado redactar un texto coherente, con muchos puntos de vista basados en lo propuesto por varios autores y realizando un compendio de varios aspectos propuestos desde la docencia de esta asignatura, me ha sido complicado el hecho de no dar mi opinión en la totalidad del texto, no sé si lo he conseguido finalmente. En cuanto al tiempo utilizado para la realización del texto ha sido casi me permitiría a comentar excesiva, pues he tenido que releer el capítulo del libro de F. Savater hasta tres veces, aparte de recaudar información por otros lados.
Finalmente, el resultado no es perfecto, ni tan siquiera se acerca, pero creo que el trabajo intelectual que me ha acarreado se podrá y espero que lo haga observar a la lectura de éste. No me atrevo a poner un número al trabajo.
Paloma Ortiz López