Blog de Teroría y Práctica del Currículum.

Por Paloma Ortiz López

miércoles, 27 de octubre de 2010

El desarrollo de la dimensión afectiva de la Educación Física.



    1.-Adivinar qué atributo tiene que ver con el planteamiento del ejercicio de Víctor en la clase práctica.
Desde mi punto de vista el atributo que Víctor ha querido trabajar en la clase práctica ha sido, dentro del desarrollo altruista y más allá el de la tolerancia.  Pienso que el encajar que el compañero exagere algún aspecto de mi forma de caminar puede llegar a sentirme mal, incluso puedo llegar a pensar que es falso, lo cuento por experiencia propia, hicimos este mismo ejercicio en la clase de danza y dramatización donde el profesor era también Víctor, y cuando fue imitada mi forma de caminar por un compañero, yo me sentí ofendida en un primer momento, pero después me di cuenta y me dije: “¡pero como puedes llegar a molestarte por una tontería así…!”. Creo que este tipo de ejercicios es válido para propiciar que este tipo de reflexiones lleguen al alumno y éstos puedan aceptar el cómo somos y cómo nos ven los demás.

  2.-Pensar en otros ejercicios para otro atributo
Mi propuesta de actividad:
Clasificada inicialmente como Búsqueda de la belleza y más allá de esta búsqueda del equilibrio.
En grupos de 5, realizar figuras colectivas desde figuras simples, juntando diferentes individuos, unos en verticales, cargando el peso sobre los demás, van conformando una figura que, a la vista de los compañeros, sea bella.
En otro sentido, y proponiendo una dentro del desarrollo altruista y la tolerancia.
Esta actividad se podrá realizar con alumnos que se conozcan mínimamente, por parejas, uno dará a conocer las virtudes y defectos del compañero al resto de compañeros de la clase.


 3.-Exponer 5 aspectos/leyes/normas de comportamiento/ principios de procedimiento que siempre hay que tener en cuenta para el desarrollo de los atributos.

-Respeto por los compañeros y al profesor/a  (este aspecto es obvio pero cada vez se da menos en las clases).

-Compromiso con la actividad, ser serio cuando se debe de ser pero también tomar las clases con alegría.

       -Confianza, pérdida de vergüenza ante los demás.
    
      -Capacidad de entender las actividades más allá de la técnica de ejecución. Intentar ver un segundo sentido a cada actividad e intentar comprender el porqué de la actividad propuesta.

       - Predisposición física de cara a la actividad propuesta por el profesor/a. 

domingo, 24 de octubre de 2010

Carta de una profesora...


Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia , nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.

Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.

Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.

Y, Lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play / irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura , por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.

Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.

viernes, 22 de octubre de 2010

ENSAYO: ¿Qué es educación?


ENSAYO:  ¿QUÉ ES EDUCACIÓN?.

                La educación se define como el conjunto de medios que desarrollan en los grupos y en los individuos la instrucción o las opiniones. (Larousse, 2000). Si entendemos tal acepción de educación, todo un conjunto de medios pueden educar, no se especifica quién debe educar. Como bien se refleja en el capitulo dos del libro de Savater “el proceso formativo (…) es totalmente necesario” y al mismo tiempo inevitable, no podemos controlar la educación, quién nos enseña y de qué aprendemos, es sorprendente la frase del nombrado libro “si incluso en el servicio militar puede uno aprender algo útil, ello prueba más allá de toda duda que nadie pueda librarse de instruir ni de ser instruido, sean cuales fueren las circunstancias…”, reflejo absoluto del hecho no podemos controlar de dónde proviene la educación.
                Una vez hecha una primera reflexión, abordamos ahora otros aspectos de la educación: ¿De dónde proviene? ¿Hacia dónde va encaminada?. La función de la enseñanza es un hecho tan enraizado que no nos solemos parar a pensar cómo se ha enseñado hasta el momento y si debemos cambiar la forma de educar en un futuro. Continuando con la comparación con el capítulo del libro ya nombrado, la pregunta es clara, ¿nos han educado o nos han instruido?. La palabra instruir significa como refleja el diccionario Larousse: proporcionar conocimientos, se nos ponen a nuestro alcance conocimientos que nosotros intentaremos recordar o poner en práctica en el mejor de los casos. Estamos acostumbrados a que se nos ponga en conocimiento información y se trate de memorizarla para después repetirla y olvidarla, (porque rara vez se queda en la memoria) o en casos de “capacidades cerradas” como bien define John Passmore que no olvidamos porque son funcionales en nuestra vida cotidiana. Ejemplo de tal olvido: ¿Cuánta gente de pie de calle recuerda la resolución de una raíz cuadrada?. Debemos pensar en una combinación de la enseñanza en nuestros centros de dichas capacidades cerradas, por supuesto; pero también introducir en el currículum enseñanzas relacionadas con la práctica de una puesta en común de ideas y reflexiones “obligar” a nuestros alumnos a reflexionar sobre lo que intentamos enseñar, no preocuparnos tan sólo si lo saben plasmar en un papel en blanco el día del examen y si volvemos a preguntar a los dos días no recuerden de lo que estábamos hablando. Enseñar las denominadas capacidades abiertas
                Retrocediendo a la antigua civilización griega, bien distinguían dos papeles fundamentales en la educación: pedagogo y maestro se encargaban de la educación de sus jóvenes. En la actualidad, teóricamente estos dos papeles están integrados en la figura del maestro, aunque podemos discernir de este hecho, el maestro puede verse convertido en el antiguo maestro griego que solamente se encargaba de la transmisión de conocimientos. Y es en este sentido donde debemos hacer una reflexión más profunda, ¿Cuál es la causa de estos cambios?, ¿Cambia la manera de enseñar de el maestro? ¿Es menor el interés de éste por educar? ¿Es el alumno el que no reflexiona sobre los conocimientos transmitidos por el maestro?. Éste es el asunto a estudiar. En nuestras aulas pocos son los debates realizados por los maestros sobre temas hablados en clase, poco espacio dedicado a la reflexión del alumno. ¿Cuál es el motivo de esta falta de puesta en común de lo “aprendido” en las clases?
               
                Una opción acertada, en este sentido es el cambio que se supone en la enseñanza superior, con el denominado plan Bolonia, donde se pretenden sustituir las denominadas clases magistrales en las cuales los alumnos se iban a casa con un batallón de folios escritos y a veces por no decir casi siempre la cabeza vacía, es una visión pesimista pero según lo visto real. En este denominado plan se pretende que el alumno vaya con los temas aprendidos a clase y así poder poner en común cada visión y reflexionar sobre la propia y también aprender a aceptar y reflexionar sobre la de los compañeros, esto supone un cierto trabajo extra para los alumnos, pero necesario a la vez, pues éstos se estaban convirtiendo en simples loros que repetían lo plasmado por el profesor en una presentación que repetía cada año.
                Esta nueva concepción de educación permitirá a los alumnos la incorporación (a veces “atrofiada”) de las denominadas  por el ya nombrado Passmore capacidades abiertas, y de acuerdo con la cita del libro de Bain K. “Si queremos que nuestros estudiantes aprendan a razonar, debemos proporcionarles todas las oportunidades para que lo hagan”, y este es un buen método para que los estudiantes aprendan y tengan la oportunidad de hacerlo. Método que puede ser extensible a otros niveles de enseñanza.
                Para terminar, desde mi punto de vista, opino que deberíamos hacer reflexionar más a nuestros alumnos sobre la materia en vez de intentar llenar de conocimientos la cabeza de los estudiantes. Debemos desarrollar el sentido crítico de los estudiantes y que sean capaces de interpretar las teorías y capítulos que intentamos mostrarles en las clases, que tengan curiosidad de informarse sobre los temas tratados en las clases y sean capaces de recaudar información al respecto, así fomentando a la vez el adecuado manejo de estos con las fuentes de información, mostrarles las distintas utilidades que puede tener La Gran Red a parte de redes sociales y juegos de aventuras.
                La puesta en práctica de este método parece un poco complicada dado a, desde mi perspectiva, la falta de vocación de los actuales maestros y profesores, personas que realmente se adentran en esta gran profesión sin el espíritu que creo que debe tener una persona que, realmente tiene el deseo de gozar con el arte de enseñar e invitar a la reflexión a los alumnos. Este es el verdadero problema de la Educación.
                Para terminar, el último aspecto a comentar en este texto, es la evaluación de lo escrito. He intentado redactar un texto coherente, con muchos puntos de vista basados en lo propuesto por varios autores y realizando un compendio de varios aspectos propuestos desde la docencia de esta asignatura, me ha sido complicado el hecho de no dar mi opinión en la totalidad del texto, no sé si lo he conseguido finalmente. En cuanto al tiempo utilizado para la realización del texto ha sido casi me permitiría a comentar excesiva, pues he tenido que releer el capítulo del libro de F. Savater hasta tres veces, aparte de recaudar información por otros   lados.
                Finalmente, el resultado no es perfecto, ni tan siquiera se acerca, pero creo que el trabajo intelectual que me ha acarreado se podrá y espero que lo haga observar a la lectura de éste. No me atrevo a poner un número al trabajo.

Paloma Ortiz López

jueves, 7 de octubre de 2010

LA CLASE comentario personal.

             Después de haber visto con atención y disfrute la película que se nos presentó en el blog de la asignatura, me dispongo ha redactar un comentarío sobre lo visto y sentido en dicha película.
          Ciertamente me ha enganchado, y a no ser por haber tenido que cortar por falta de tiempo, la hubiese visto encantada del tirón, al tener que marchar sentí rabia. Por fin la he podido terminar, ha resultado sorprendente como se ha captado a la perfección la vida en un instituto, recientemente en España hemos podido ver algunas series de televisión donde se intenta reproducir la vida en los institutos, desde mi punto de vista exagerados en casi todos los aspectos, por momentos reproduce algunos de los problemas que se presentan en estos centros, pero con algunos ingredientes demasiado comerciales y televisivos en mi opinión. En la película de La Clase, podemos observar perfectamente la realidad de un centro, los problemas entre tribus urbanas, razas, entre profesores y alumnos y también entre los mismos profesores.
           Lo más sorprendente para mi es "la soledad" de los profesores, sí, me parece soledad porque aunque la película empieza con una puesta en común de todos los compañeros y, a lo largo de la película celebran temas personales entre ellos, es cuando más unidos tendrían que estar cuando empiezan a surgir las dudas y comentarios a espaldas. Realmente he sentido impotencia de como ver que, un profesor que está comprometido con su alumnado y tiene siempre en cuenta ciertos aspectos que los demás quizá pasan por alto, es al final el que resulta más perjudicado por ambas partes, alumnado y resto del profesorado. Este hecho, tan real, me incurre en algunos pensamientos un tanto pesimistas y me plantea serias dudas: ¿Realmente merece la pena preocuparte por tus alumnos, intentar que reflexionen y avancen en su creación de objetivos, o un profesor sólo tiene que dedicarse a impartir su asignatura y no tratar de comprender ciertos comportamientos del alumnado?; ¿Qué armas de defensa tiene un profesor frente al alumnado si existe un problema?; ¿Qué tipo de profesor serías el comprensivo con los problemas y historial del alumno o el que sólo se dedica a impartir sus clases y a respetar el reglamento sin importarle el historial del alumno?

Espero vuestros comentarios.
Paloma Ortiz López

lunes, 4 de octubre de 2010

Bienvenida

Hola a todos!
Espero que mis opiniones concuerden y sean congruentes con lo que los lectores opineis.